viernes, 17 de septiembre de 2010

Un ramillete de amor

Tus lágrimas dejaste caer sobre el pasto fresco del amanecer y junto con la tristeza de tu querer algo grande hiciste crecer, tus lágrimas profundo han llegado y la Tierra las ha recordado, las mantiene frescas y dichosas porque le han ayudado a fortalecer su firmeza, a mantener su pureza.


Dulces gotas amantes del mundo, salvajes se deslizan con prisa y se detienen a golpe cuando para nutrir en lo profundo del bosque suceden a la lluvia fría, con sus tibias caricias reviven la naturaleza y poco a poco todo crece, el pasto, las flores, matorrales, musgo y todo tipo de verdes y variados colores.

Y en lo más alto de la montaña donde se creía sólo había nieve, un ramillete crece, delgado pero fuerte, hermoso e intacto, perdurará para siempre aquella esencia tuya que guardaste en aquella última gota que de tu ojo cansado dejaste caer.


*~Kali Cerridwen~*

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